En la comunicación, a veces lo que queremos decir, no es lo que la otra persona entiende, bien porque entiende lo que quiere o simplemente por falta de claridad. Es fundamental tener muy claro lo que queremos decir, como expresarlo y a quien se lo vamos a comunicar.
¿Escuchamos lo que dicen, o esperamos a que terminen para decir lo nuestro? ¿O directamente, interrumpimos? Aquí no hay intención de entenderse, sino de llevarse la razón, de ponerse por encima. Es interesante escuchar de forma activa, escuchando de verdad e incluso haciendo notar al otro que le entendemos.
Partiendo de la base de que aunque no queramos comunicar nada, nos estamos expresando tanto corporal como emocionalmente, incluso poniendo cara de póker, es necesario que las palabras que decimos sean congruentes con nuestro lenguaje no verbal.
Al expresar algo también nos estamos relacionando, si alguno no admite la relación que se establece, la comunicación no será eficaz. Es necesario consensuar dicha relación antes de avanzar en el contenido de la conversación. También puede ocurrir que nuestra expresión se preste a diversas interpretaciones y sea entendida de la forma que no queríamos, a menudo ocurre por falta claridad en la relación entre los interlocutores.
Es posible dar por hecho que nuestro interlocutor tiene conocimiento de ciertas cuestiones, que en realidad no conoce, con lo que el mensaje que damos está incompleto e impide la eficacia de la comunicación. En algunas ocasiones podemos actuar como si nos trataran de una forma concreta, cuando en realidad esto no es así, pudiendo conseguir que finalmente, si nos traten de esa manera.
Una gran parte de la comunicación es inconsciente, no solo el lenguaje no verbal, sino las palabras que utilizamos para expresarnos y como las ordenamos, que sin duda, también nos definen a nosotros mismos. Como también nos define nuestra capacidad de adaptar el lenguaje a nuestros interlocutores, es decir a las diferentes relaciones en las que nos desenvolvemos.
Parece que poco a poco se va abriendo camino el liderazgo humanista, en el que se establece, de alguna manera, una relación de igualdad, frente al liderazgo autoritario del ordeno y mando.
Estas son algunas notas relacionadas con la eficacia de la comunicación. Pertenecen al módulo de “Comunicación Eficaz” del programa LiderArte de habilidades sociales y liderazgo. Más información en: https://espaciocoaching.net/cursos-liderazgo