La terapia
La terapia psicocorporal trabaja la relación mente-cuerpo y como se influencian entre sí, y en esta relación tiene un peso fundamental la emoción.
En la terapia trabajamos con las cosas que nos pasan. A menudo lo que nos pasa es en relación con otras personas, aunque a veces también, en relación consigo mismo. La expresión, no solo verbal sino también corporal, es fundamental en la terapia psicocorporal.

Relación mente-cuerpo
Lo que le ocurre a la mente, se plasma en el cuerpo, no solo en la cara. Por ejemplo, si me dan una muy buena noticia (mente) se despertará la emoción en forma de alegría y el cuerpo aumentará en vitalidad y expresividad (cuerpo). Si la noticia es mala, la tristeza hará perder vitalidad al cuerpo que tenderá a replegarse.
Por otro lado, lo que le ocurre al cuerpo se refleja en la mente. Si sentimos una sensación agradable en nuestro cuerpo, como puede ser un masaje o unas caricias, nuestra mente tenderá a relajarse, a disminuir el ruido mental, a causa del placer. Por el contrario, si sentimos un dolor intenso, el sufrimiento nos llevara a pensamientos agobiantes.

La emoción es el movimiento que comunica cuerpo y mente
Emoción proviene de la palabra latina emovere que significa movimiento hacia. El cuerpo refleja a la persona, incluidas sus emociones y estados de ánimo, además de su aspecto mental. Las emociones son el nexo de unión entre cuerpo y mente. En definitiva, la terapia psicocorporal busca el equilibrio mente-cuerpo-emoción.
Existe una estrecha conexión de las partes, cognitiva, emocional y el cuerpo, ya que en el cerebro están los tres “directores” de cada una: el neocórtex, el sistema límbico y el bulbo raquídeo, conectados entre sí por sinapsis nerviosas. Podríamos decir que tenemos un cerebro trino.
La mejor forma que yo conozco para reestablecer el equilibrio cuerpo-mente-emoción es la terapia psicocorporal.